viernes, 26 de noviembre de 2010

Somos diferentes a los homínidos?

Si lo vemos desde una perspectiva evolucionista deberíamos decir que los seres humanos somos diferentes a los homínidos por nuestras más amplias facultades mentales que nos han conducido a  desarrollar tecnología, alimentos procesados, vestido, calzado y una infinidad de medios de comunicación. Mientras que los homínidos o simios se quedaron atascados en el proceso evolutivo, su andar no es derecho como el nuestro, su lenguaje es primitivo y ni que hablar de su apariencia física.
Si seguimos buscando fundamentación biológica sería fácil sostener que una gran diferencia es de origen cromosómico, puesto que los simios poseen 48 cromosomas y nosotros 46. Y ese número es el origen de nuestra “mayor evolución en la historia”.
No obstante, al ver el comportamiento en sociedad de gran cantidad de personas, lo toscos que son para expresar sus sentimientos reales, lo calculadores y frívolos que nos hemos convertido con el tiempo producto de una necesidad de consumo y de vanidades irrelevantes, me cuesta hacerme a la idea de que realmente somos superiores o quizá “mejores” que esos seres a los que tan fácil llamamos peyorativamente animales.
Se han realizados estudios científicos en los que se comprueba que esos “animales” reaccionan a la música con gran intensidad, y que sus expresiones faciales o nivel y tipo de sonidos que emiten están fuertemente ligados con su capacidad de sentir las mismas emociones que nosotros; entre ellos el dolor, la pena, la empatía, la alegría e incluso la depresión.
Yo por mi parte conozco un par de “seres humanos” que parecen estar secos y no haber experimentado hace mucho tiempo ningún sentimiento altruista o agradable para con las demás personas, y aún así debo considerarlo superior a un ser que si sepa lo que es sufrir una pérdida, arriesgar su vida por otro o proteger a un hijo?
Hace poco me por una red social que en un refugio animal cerca de mi casa un pequeño grupo de monos titíes (estos no son homínidos propiamente dichos pero si pertenecen a la misma familia, los primates) que viven allí fue atacado por un felino, y uno de ellos llamado por las voluntarias “Abuelo” se enfrentó al felino por proteger a los demás y que estos pudieran escapar. Desgraciadamente este pequeño héroe murió días después pues sus heridas eran muy severas, pero logró su cometido, los demás están a salvo y el dio su vida como un verdadero compañero. Leer esa publicación me hizo un nudo en la garganta, y me hizo reafirmar lo que siempre he creído, que incluso los animales más pequeños tienen un sentido de familia y solidaridad que pocas veces es visto tan fervientemente entre los humanos.
Y aún así, se les sigue llamando seres inferiores y poco evolucionados…
En fin, respondiendo a la interrogante inicial: Somos diferentes a los homínidos? Sí. Ellos pueden llegar a experimentar sentimientos y emociones más fuertes de los que mucha gente llegará a experimentar alguna vez, no se juzgan, no se critican, y sobretodo no destruyen su habitat día con día.